martes, 8 de mayo de 2012


¿TE GUSTA LA NAVIDAD QUERIDO HERMANO?


    La iglesia está tan acostumbrada a celebrar ciertas fiestas que hasta se siente contrariada cuando se entera del origen de esas fechas.  Cuando hablo de la navidad no puedo evitar hacer sentir triste a alguna hermana  y lo noto en su rostro, pero se debe ser fiel a la verdad sin ser tampoco un fanático irracional e insensible, pues, en esos días se siente una emotividad muy grande hacia la familia y especialmente los niños.

      Resulta que el papa Juan I que reinó entre el 523 y 526, de la era cristiana por supuesto, le encargó a un tal Dionisio cuyo apellido era El Exiguo que pusiera en orden los tiempos y fijara la fecha del nacimiento de  nuestro Señor.  Dionisio era un monje muy conocedor de las matemáticas y estudioso de la historia, y para ese entonces el punto de referencia del mundo era el nacimiento o fundación de Roma. 

     Para el mundo antiguo Roma era la referencia para todo pero como hemos visto las fechas exactas están muy deterioradas por los mismos cambios que se efectuaban para coordinar el año lunisolar.  De modo que Dionisio tuvo una tarea muy difícil. Bueno, podemos usar aproximaciones y para Dionisio era muy importante establecer bien las fechas porque a partir de su estudio el mundo entero fijaría sus calendarios según el nacimiento de nuestro Señor.

     En el 532 d.C., Dionisio el Exiguo,  tras profundos estudios de la Biblia y de las fuentes históricas, llegó a la conclusión de que Jesucristo había nacido el 25 de diciembre del año 754 de la fundación de Roma,  y propuso que dicho año fuera llamado 1 A.D. (anno Domini), es decir, el año 1 del Señor.  El clero difundió rápidamente este sistema de datación, si bien su introducción oficial tuvo lugar en épocas muy distintas en cada país.

     Por ejemplo, Carlomagno decretó su uso el mismo año de su coronación, que, de 1554  desde la fundación de Roma pasó a ser el año 800 A.D. Los eruditos siguieron usando el sistema para numerar los años hasta el 753 de la era romana y, a partir de aquí, consideraban que empezaba la Era Cristiana, con lo que el año siguiente pasaba a ser 1 A.D.

     No fue hasta el siglo XVII que los historiadores empezaron a nombrar los años anteriores al 1 A.D. contando hacia atrás. Por aquellas fechas, el sistema de numeración arábigo estaba plenamente difundido y los matemáticos hacía mucho tiempo que manejaban con soltura los números negativos, pero parece ser que los historiadores no, lo que les llevó a cometer un error muy grande: impusieron la costumbre de que el año anterior al 1 A.D, esto es, el año 753 de la era romana, pasara a ser el año 1 antes de Cristo, en siglas 1 a.C., tras el cual venía el año 1 A.D o, equivalentemente, el año 1 d.C. (año 1 después de Cristo). 

     Dicho así puede sonar razonable, pero el error  es que todos tenemos 12 meses antes de cumplir el primer año de nuestra vida.  Osea se estaría celebrando el año 2 después de Cristo cuando supuestamente tenía solamente 1, por tanto el primer año de 12 meses debería de haber sido el año 0.  No sería tan grave si 12 meses fueran  pocos minutos, y aun así.  Pero allí no quedó todo.  Dionisio el Exiguo determinó la fecha de nacimiento de nuestro Señor un 25 de diciembre del 754 de la era romana y diremos que no es imposible que fuera así (o 1 d.C.), pero, desde luego, no pudo ser así según la Biblia, pues ésta dice que Jesucristo nació durante el reinado de Herodes, el cual murió en el año 750 de la era romana.

    Por otra parte, Jesucristo murió el año 30 d.C., luego, si aceptamos la tradición de que murió a los 33 años, su nacimiento debió de producirse precisamente en 4 a.C. Ahora bien, del mismo modo que no importa si Rómulo fundó o no Roma el año 1 a.u.c., el hecho de que Jesucristo haya nacido o no el año 1 d.C. tampoco tiene ninguna relevancia.

   Respecto a la fecha elegida como nacimiento del Señor coincidentemente es la fecha de la celebración del Sol Invictus ("sol invicto") o en forma completa: Deus Sol Invictus (latín "el invencible dios Sol")  que fue un título religioso aplicado al menos a tres divinidades distintas durante el imperio romano: El Gabal Mitra, y  Sol.  El Festival del Nacimiento del Sol (Dies Natalis Solis Invicti) se celebraba cuando la luz del día aumentaba después del solsticio de invierno, en alusión al "renacimiento" del sol. Este Festival corría desde el 22 al 25 de diciembre.

    Navidad
 proviene de la palabra latina nativitas (natividad) que significa nacimiento y se refiere particularmente al nacimiento de Cristo que es celebrado cada 25 de diciembre, sin embargo, en ninguna parte de la Biblia se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús. La fiesta de Navidad fue reconocida 300 años después de su muerte, cuando el emperador Constantino dio libertad al cristianismo en el Imperio romano, después de haber sido perseguida desde tiempos de Nerón, porque la fecha había encontrado popularidad entre los romanos cristianos al tratarse de la fecha del "renacimiento" del dios Sol.

    La fiesta cristiana de la navidad parece haber sido trasladada hacia el año 330, en tiempos de Constantino, al 25 de diciembre. Con ello se quería significar a Cristo como el verdadero Sol Invictus. Es importante observar que, a partir del año 315, empiezan a aparecer en las monedas los primeros símbolos cristianos. Probablemente sea por estas fechas cuando tiene lugar el cambio de la fiesta de Navidad al 25 de diciembre. El mensaje recabado de la célebre visión de Constantino fue en el sentido de la prevalencia de Cristo sobre el Sol: Cristo es el verdadero sol invicto. Sólo faltaba trasladar la fecha del nacimiento de Jesús al 25 de diciembre, día en que se festejaba el nacimiento del Sol invictus.

         El emperador Constantino había sido un seguidor fiel de las tradiciones paganas (al dios sol), su conversión al cristianismo se debe a una supuesta visión que tuvo cuando vio una cruz frente al sol e iba con su ejército y escuchó una voz que le dijo «con este signo vencerás» (latín:: in hoc signo vinces, «con este signo vencerás»)  Esto fue motivo para llevar el símbolo de una cruz en su estandarte y ganar la batalla del Puente Milvio.

    La fiesta de Brumales era una fiesta pagana dedicada al sol, llevada a cabo en el solsticio de invierno, fue sostenido por lo general el 25 de diciembre. La fiesta de Saturnalia empezaba el 17 de diciembre y duraba 7 días, en honor al dios de la semilla y del vino, Saturno. Al final de la Saturnalia, el 25 de diciembre, se celebraba el nacimiento del Sol (Natalis Solis Invictis  o Nacimiento del Sol Invencible) personificado en el dios Mitra. Aunque el culto a Mitra tenía orígenes persas, se convirtió en la religión dominante en Roma, especialmente entre los soldados.

    La fiesta de Navidad empezó a celebrarse como una fiesta cristiana a partir de la época de Constantino, ya que anteriormente era imposible por las persecuciones religiosas. En el año 336 apareció por primera vez tal fiesta en el calendario romano, gradualmente fue entrando en las tradiciones oficiales de la Iglesia cristiana, hasta que en el siglo V, queda ordenada oficialmente, eclipsando del todo a la fiesta del Sol invictus.

    Hay muchas evidencias históricas sobre estas celebraciones romanas y sus fechas.  Lo curioso es de dónde sacó el 25 de diciembre Dionisio para establecer el nacimiento de nuestro Señor, lo más probable es que ya la curia romana  mezclada con la verdadera iglesia dada la tolerancia de Constantino celebraba la misma fiesta pero ahora poniendo a Jesús en lugar del dios sol, una prueba más del origen de la pagana iglesia católica.


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